ILUSIÓN VS REALIDAD

La razón por la cual creamos una vida insana, una vida que no nos gusta y no nos da la abundancia que queremos, es porque a menudo tomamos decisiones en base a una ilusión futura que difiere de la realidad presente. 

Estas ilusiones nos dan placer, son un mundo mental que hemos creado mejor que nuestro presente, y nos mantenemos aferradas a la esperanza de que se cumpla. No solo nos mantenemos aferradas a esa esperanza, sino que las blindamos de argumentos y explicaciones hasta que nos creemos que esa proyección mental de una vida mejor y el móvil que tienes en tus manos son igual de reales.

Son incoherencias en nuestra consciencia, malentendidos, engaños que todavía no hemos sabido desmontar. 

De entre estas ilusiones, las mas frecuentes que nos encontramos en nuestro trabajo con las personas y con nosotros mismos son:

• Tengo que tener paciencia, mi relación con mi pareja no está bien, pero con el tiempo mejorará
• Mi situación económica no es buena, pero mi suerte cambiará. Esta cosas llevan su tiempo.
• Tengo ansiedad y a menudo me deprimo, tengo que hacer un trabajo profundo y tardaré en ver resultados.
• No disfruto del sexo, solo tengo que encontrar a la persona o el momento adecuado. La siguiente vez será mejor.

Lo que no nos damos cuenta es que la única manera de disfrutar de la vida y dirigirnos a nuestro propósito verdadero es navegar constantemente en una coherencia energética, que no pospone el bienestar sino que actúa en tiempo real para solucionar la interferencia que para tu cuerpo siempre fue evidente.

Las cosas solo pueden cambiar cuando salimos de la ilusión que nos mantiene en el patrón de comportamiento que creó el problema en un primer lugar. Cuando esto pasa,  entendemos que nuestra actitud es el único causante de nuestros problemas, y somos conscientes de los patrones que han estado permitiendo las diferentes situaciones. Y es en ese momento cuando comienza el movimiento que cambiará nuestra vida a una mas alineada con nuestro corazón, es decir, más saludable y gozosa.

La manera de identificar la ilusión es muy simple, y lo explicaré más adelante en este artículo, lo que no es tan simple es pasar el duelo de renunciar a una creencia que ha estado defendiendo tus actuaciones y opiniones por muchos años. Deshacerse de esa ilusión supone deshacerse de un pedacito de nosotros.

Con el ejercicio que voy a explicar lo vamos a ver claro, vamos a identificar la ilusión, pero una vez vista, nos vamos a dejar llevar por la lógica que la defiende como hemos hecho un millón de veces, y nos vamos a seguir apoyando en ella para vivir, haciendo caso omiso de la evidencia energética de que es solo un fantasma hecho de imaginación.

Aquí va el ejercicio:

Respira profundo con la parte baja del vientre, suelta el control mental. 

En este ejercicio no hay nada que pensar o analizar, es sentido.

Relaja la lengua y sigue respirando, necesito que traigas tu consciencia al cuerpo. Siente el dedo gordo del pie.

Siente las sensaciones de tus trapecios, la ansiedad en tu pecho.

Y no hagas nada, sigue respirando y experimentando las diferentes energías que hay en tu cuerpo. Sin reaccionar a ellas. Solo respirando y sintiendo.

Ahora date cuenta de que la energía de tu cuerpo es presente, la estás experimentando en este momento igual que experimentas la silla en la que estás sentado. El mundo físico y tus emociones son reales, las estás viviendo ahora.

Ahora crea alguna forma deliberadamente con tu mente, puede ser un elefante amarillo, una pantera rosa, un cubo amarillo… lo que quieras. Crea algo.

Obsérvalo por unos instantes.

Ahora párate un momento en distinguir la diferencia entre el mundo físico (tu cuerpo  la silla en la que estás sentado), y la figura que acabas de crear.

Observarás que uno es ilusorio, hecho de pensamiento, y otro es real y tangible.

Estate aquí hasta que puedas ver la diferencia claramente.

Ok, ahora abandona la figura mental, y cámbiala por tu esperanza de mejora futura. Trae a tu consciencia la historia que te cuentas sobre como el futuro va a ser mejor en el área de tu vida en la que ahora mismo no estás cómoda.

Y, de nuevo, párate a observar la diferencia entre tu presente, lo tangible, y la historia. Y date cuenta de que el material de el que la historia está hecha es el mismo que la figura que creaste anteriormente: pensamiento, imaginación.

Ahí lo tienes, saluda a la entidad mental que te mantiene paralizado y no te deja tomar la acción que devolverá coherencia a tu vida.

Ya os conocéis.

Os dejo solos.

Un abrazo.

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