¿Qué es la espiritualidad? Seguramente haya tantas respuestas a esta pregunta como personas leyendo este artículo.
Entonces la siguiente pregunta es: ¿En que nos basamos cada uno de nosotros para llegar a esa respuesta?
En 2 cosas:
Y ninguna de estas dos fuentes es fiable para dar una respuesta que realmente nos ayude en algo.
La espiritualidad es un engaño. Una trampa más del pensamiento para mantenernos en el mundo conceptual de las cosas que no existen.
Sistemas de chakras, portales, arcángeles, pensamientos positivos o negativos, dimensiones, sexualidad sagrada, Karma, Dharma, iluminación…
Todo palabras vacías.
Evidentemente, la intención al adentrarte en una vía espiritual es buena, y lo que queremos es ser felices y contribuir al mundo de manera bonita. Creemos que necesitamos entender el camino antes de recorrerlo, cuando es el propio camino es el que te enseña.
No nos damos cuenta de que la vida no es ni un pozo oscuro tenebroso ni un cielo azul de eterna perfección, sino que es mas como Star Wars, una lucha en tiempo real de fuerzas livianas y densas.
Y para poder moverte con soltura e inteligencia y saber manejar estas fuerzas, tienes que estar atento a ellas cuando están pasando. Dicho de otra manera, tienes que estar presente a tus estados internos y a tu alrededor para aprender kinestéticamente y poder gestionar tus experiencias para tener el impacto en la humanidad que quieras tener.
Al lanzarnos contra nuevas emociones, experiencias, personas, proyectos etc, vamos aprendiendo a saborear la vida y a escucharla.
Pero deja de divagar, deja de querer entender mejor. No hay nada que entender, este momento mientras lees esta linea es todo lo que hay que entender, y no se entiende, se vive. Y es esa vivencia la que te enseña.
Aquí se me acaban de ocurrir un par de fórmulas que, por supuesto no son verdad en su lógica, pero pueden orientar.
Vida = Presente - Energía mental
o
Vida = Acción - Divagación
La pregunta a hacerse es: ¿cómo de directa e intensamente quieres vivir? ¿Al 100%, al 50% o al 20%?
Y eso es una decisión que no puedes posponer, es una decisión que estás tomando constantemente quieras o no, y si conceptuelizas y analizas todo esto que te estoy diciendo, ya sabes que decisión estás tomando. La de la mente.
Da igual en que circunstancia estés en tu vida, sumérgete en ella con intensidad y sigue actuando, sigue tomando decisiones, aprendiendo, viviendo, sin prestar demasiada atención a las consecuencias imaginarias de nuestros actos.
La raza humana crecería en amor y sabiduría cuando pueda poner a la mente en su lugar, y mientras sigamos jugando con conceptos e ideas absolutas nos mantenemos atrapados en su juego.
Sumérgete en la vida. Vive por ti. Vive por todos.
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